El Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas atribuye estos datos a la falta de información que tiene la población y a la creencia en falsos mitos que hay en torno a las lentes de contacto, como por ejemplo:
«No me irán bien»: Hoy en día las lentes de contacto ofrecen un abanico de posibilidades que cubren casi la totalidad de correcciones visuales, incluyendo vista cansada, visión de lejos y astigmatismo.
«Las lentillas son incómodas»: Algunas personas que probaron en el pasado determinados tipos de lentillas tuvieron algún problema, pero ahora, con los últimos avances técnicos y los nuevos materiales biocompatibles prácticamente nadie encuentra incómodas las lentillas.
«El mantenimiento de las lentillas lleva mucho tiempo». El tiempo que dediques al mantenimiento de tus lentes de contacto dependerá del tipo que escojas y el uso que quieras darle. Existen lentes de contacto que no necesita ningún tipo de líquido de mantenimiento. Puedes utilizar un par de lentes nuevas y frescas cada vez que quieras ponértelas. Y si no utilizas lentillas diarias desechables tendrás que limpiarlas, pero con los productos específicos que hoy en día existen, éste será un proceso rápido y fácil.
«Mi visión no será tan buena con lentes de contacto como con gafas». De hecho el caso contrario es bastante común. Ya que la lente está más cerca de tu ojo, con lentillas tu visión puede ser mejor que con gafas, además de no tener los límites que marcan tus monturas.
«La salud de mis ojos empeorará si llevo lentes de contacto». Como el resto de nuestro cuerpo la salud de nuestros ojos cambia según nos hacemos mayores. Sin embargo no hay ninguna razón para que la salud de tus ojos empeore más rápido si llevas lentes de contacto en lugar de gafas.
«Son mucho más caras que las gafas». El coste actual de unas lentillas es menor de lo que la gente imagina. Depende del tipo de lente de contacto que utilices y con qué frecuencia las utilizas.
Limitaciones
El uso de lentes de contacto está desaconsejado en varios casos:
– Alteraciones oculares como conjuntivitis, blefaritis, queratinitis.
– Hipertiroidismo, diabetes mal controlada.
– Síndrome del “ojo seco”.
– Embarazadas, ya que en ocasiones deben suspender temporalmente su uso debido a que con frecuencia se producen cambios en la córnea y en el lagrimal.
No obstante, casi todas las personas pueden utilizar lentes de contacto, pero recuerde que son un producto sanitario y, por tanto, no se deben adquirir por Internet o en bazares, mercadillos u otros puntos de venta no autorizados, ya que, en este caso, no están sujetas a control.
Fuente: El Día Digital