Óptica Quart de Poblet. Entrevista a Mª Carmen
Hoy entrevistamos a Mª Carmen Alcocer, la segunda generación de ópticos en Quart de Poblet y directora de Alcocer Óptico.

Mª Carmen, ¿de dónde eres?
De Valencia capital

¿Cuántos años tenías cuando tu padre decidió emprender el proyecto de la óptica? ¿Habías nacido?
Cuando mi padre decidió emprender el proyecto, yo tenía tres años. Recuerdo que, por aquel entonces, mi padre trabajaba muchísimo. Estudió Óptica con dos hijos y compatibilizando los dos trabajos, el de banca y el de óptica.

¿Por qué decidisteis instalar la óptica en Quart de Poblet?
Mi padre trabajaba en banca pero siempre le había llamado mucho la atención el sector sanitario. Por aquel entonces, su hermano mayor era farmacéutico y tenía una farmacia en Burjassot y a mi padre le gustaba mucho. Así que decidió dejar la banca y emprender el proyecto de la Óptica. ¿La localización? En ese momento Quart de Poblet estaba muy cerca de Valencia, aún no tenía ópticas y vio que era un sitio perfecto y ¡hasta ahora!

¿Qué recuerdos tienes de tu padre y de la óptica?
Pues yo era muy pequeña pero recuerdo que mi padre solía venir muy tarde a casa y que cuando él venía, muchas veces ya estaba en la cama a punto de dormir y me levantaba a darle un beso. De la óptica, recuerdo que era muy pequeña, apenas el 20% de lo que es ahora.

¿Cuándo decidiste dedicarte a la óptica?
Me gustaba la rama sanitaria y estudié farmacia. Luego estudié óptica con el fin de servir de apoyo a mi padre pero sin grandes pretensiones de trabajar en ello.

Empecé en la Óptica a los 16 años ayudándole a archivar y, poco a poco, conforme fui creciendo y fui tratando más el sector, me fue gustando cada vez más. Al final decidí abandonar mis idea de hacer el doctorado en farmacia y centrarme en esta línea y la verdad es que me encanta, ¡es mi gran vocación!

¿Cómo es el sector actualmente? ¿Qué diferencias hay desde que estás en él?
¡Todo ha cambiado tantísimo en 40-45 años!. Desde la competencia hasta las especialidades de óptica. La atención en los servicios y en la detección de los problemas se ha visto un tanto dañada por la competencia de solo precio y al mismo tiempo los que nos hemos especializado hemos mejorado a lo largo de estos años. El sector de la Óptica ha cambiado especialmente mucho y muy rápido. Yo misma he vivido ese cambio tan rápido a lo largo de mi desarrollo profesional y es vital adaptarse a ellos y especializarse. Para mí es fundamental seguir actualizada profesionalmente para poder avanzar.

¿Cuál es alguno de tus grandes retos que aun te quedan por cumplir?

Seguir avanzando en la parte profesional y en las especializaciones. Tener grandes expertos que colaboren en nuestro proyecto, ya que solos no se puede hacerlo todo. Pero sin lugar a dudas, el gran reto es poder compaginar mi vida profesional con mi vida personal.

Hay que conseguir el equilibrio entre la organización de la vida profesional y personal para así intentar perder lo menos posible sin necesidad de renunciar a grandes cosas.

¿Te gustaría que tu hijo continuase con la óptica y en este sector? ¿Cómo ves el futuro?

El futuro de nuestros hijos es muy incierto. Al igual que el sector. No tengo especial interés en que siga en este sector, solo si a él le apasiona, ya que se le debe dedicar mucho esfuerzo, porque al final sigue siendo una empresa.

Si le gusta lo que hago y quiere dedicarse a ello, perfecto, y si no, que se dirija hacia lo que quiera porque al final la máxima es que tome sus propias decisiones y que piense que es lo que le hace feliz y que le hace crecer.

¿Cuál es una de las grandes aventuras que has hecho hasta ahora?

Pues como el mundo de la óptica es tan intenso y se trabaja mucho, me había quedado con la espinita de viajar. Como estoy desde hace muchos años en “Visió sense Fronteres”, una ONG en la que trabajamos expertos para ayudar a mejorar la visión en países en desarrollo, tuve la oportunidad de trabajar como optometrista durante cinco meses en varios países como Camboya, Vietnam, Australia… Para mí ha sido un sueño cumplido.

¿Cuál ha sido la experiencia que más te ha marcado de esa aventura?

Yo soy especialista y trabajo mucho con la baja visión. La baja visión es la especialidad que trabaja con pacientes que tienen una calidad de visión tal que ni siquiera con gafas le permiten leer,  ver un número por la calle, ver bien la televisión… Se utilizan sistemas de aumento distintos, como por ejemplo las lupas, los telescopios… para intentar minimizar los efectos de la patología ocular que padezcan y que  supone un grave trastorno para el paciente.

El verano pasado, en 2018, estuvimos en la capital de Mozambique, Maputo, en un centro donde se trabaja solo con albinos. En África hay muchos albinos y es un problema, no solo de piel, sino también visual, pues apenas tienen el 20% de visión.

Y lo que me llamó la atención es que, un patología que en España se percibe como grave por lo inconvenientes que conlleva, en Maputo se percibe como algo que condiciona pero no limita la vida. Los afectados por Baja Visión hacen vida lo más normal posible sin darle demasiada importancia.

Cuando vives situaciones así, te das cuenta de que no es lo que te pasa, sino cómo llevas lo que te pasa.

¿Colaboras con alguna causa más, además de Visió Sense Fronteres?

Sí. Pertenezco al comité de RSE de EVAP, que es la Asociación de Empresarias y Profesionales de Valencia. Yo la conocí a través de este comité, ya que quería hacer algo de RSE aquí en Valencia. Una vez dentro, me he encontrado con un grupo de mujeres muy activas y con un proyecto muy bonito en el que estamos liderando el cambio. Es un proyecto en el que ayudamos a mujeres que están en riesgo de exclusión social a reinsertarse en el mundo laboral y la verdad es que está dando buenos frutos.

Tus grandes hobbies.

Soy nadadora en el club de natación de la Universidad Politécnica de Valencia. También me gusta leer y colaborar en proyectos que ayuden a mejorar a las personas.

Si te fueses a una Isla Desierta, ¿qué te llevarías? Objetos.

Una sombrilla, un cuchillo y un barco para volver.

¿Cuál ha sido el día más feliz de tu vida?

El día que supe que estaba embarazada.

Un lema que te defina:

Empresarialmente: Hazlo siempre mejor y busca seguir haciéndolo mejor.

Personal: Arrepiéntete sólo de lo que has hecho y no de lo que has dejado de hacer.