Hasta ahora creíamos que era imposible, pero hoy sabemos que si tu hija o hijo es miope no está condenado a ser un adulto con problemas de retina. En este artículo te lo contamos: así se frena la miopía infantil.
Si tienes una hija o un hijo miope sabes que, de forma natural, su miopía seguirá creciendo hasta que se haga mayor y cumpla al menos 18 o 20 años (¡y hasta 24 en muchos casos!). Eso implica que será una persona adulta con problemas de salud visual. Pasará por una cirugía o dependerá siempre de gafas o lentillas. Pero lo importante es que, con un grado alto de miopía, también tendrá una alta probabilidad de sufrir otras patologías en la retina tales como cataratas, glaucoma o desprendimiento de retina.
Por eso, la ciencia lleva tiempo buscando métodos preventivos que nos ayuden a detener la miopía infantil. Y el que por el momento presenta mejores resultados son estas lentillas de uso diario de las que te hablamos hoy. Ni ellas ni ningún tratamiento va a cambiar la morfología de ese ojo miope infantil, pero sí que permiten frenar el avance natural del problema.
La miopía es un círculo vicioso que necesitamos romper
La miopía se produce por un problema en la forma del ojo, presentándose un poco más alargado de lo normal. Por esa razón, las imágenes no se enfocan en el fondo del ojo (en la retina) sino un poco antes. Por eso la niña o el niño ve borroso todo lo que se encuentra a cierta distancia. En principio, basta con corregir el problema mediante gafas o lentes de contacto que lleven el foco hasta el punto óptimo para que se pueda ver con nitidez.
Pero el niño o la niña crecen y el ojo se alarga aún más. De ese modo, crece también el problema y la necesidad de volver a una nueva graduación con una corrección cada vez más alta. Y así continuamos en un círculo vicioso que solo se detiene cuando el crecimiento infantil llega a su final. Entonces tenemos a una persona adulta con una miopía estabilizada e importante. La pregunta es, por lo tanto: ¿es posible detener el alargamiento del ojo y el crecimiento del problema?
Unas lentes de contacto que corrigen la miopía y la tratan
Las lentes de contacto con las que estamos trabajando se basan en un principio conocido desde hace tiempo: que podemos actuar sobre el crecimiento ocular y su alargamiento a través de las condiciones lumínicas y de lentes. Pero, claro, cualquier actuación tiene que combinarse con un tratamiento que mejore la visión de esas niñas y niños. Para hacerlo posible, la estrategia que proponen estas lentillas resulta muy singular. Se trata de ofrecer al ojo infantil un foco perfecto en el centro de la visión, permitiendo que el niño o la niña se encuentren visualmente cómodos y disfruten de la nitidez que no tenían antes. Pero, además de esa graduación central, las lentillas generan un desenfoque en la visión periférica. Y ese desenfoque, que exige un esfuerzo al ojo, es lo que pone freno a un alargamiento que, de otro modo, sería inevitable.
Es decir, que con estas lentes de contacto conseguimos eliminar la visión borrosa típica de la miopía mejorando la calidad de vida del niño o la niña y evitamos la aparición de patologías retinianas en la vida adulta. Así se frena la miopía infantil.
Cada dioptría de menos es importante
Las evidencias científicas nos están indicando ya que, si se comienzan a usar en una edad temprana, el uso de estas lentillas es altamente eficaz, pudiendo limitar en un 50% el crecimiento natural de la miopía. Desde luego, no todos los casos serán iguales y su eficacia es diversa, pero también tenemos claro que cada dioptría que consigamos reducir en un niño o niña será una importante porción de salud ganada para la persona adulta.
A ello hemos de añadir que se trata de lentillas blandas que niños y niñas aprenden rápidamente a usar y que se desechan diariamente. Eso sí: es imprescindible que se utilicen al menos 6 días por semana durante 10 horas cada jornada. Y mantener el tratamiento. Pero esto no supone ningún problema para los peques con quienes trabajamos, que se sienten mucho más cómodos que con gafas.
¿Tienes en casa un niño o una niña miope? ¿quieres más información sobre estos tratamientos? Consúltanos sin compromiso (aquí están todos nuestros datos). Porque la miopía infantil puede frenarse.
Foto de Andrea Piacquadio en Pexels